Cambios de la temperatura terrestre y oceánica a nivel mundial 1880-2023
Las variaciones de temperatura muestran la diferencia entre una temperatura observada y una temperatura promedio o de referencia. Por ejemplo, variaciones positivas significan que las temperaturas observadas son más altas que la de referencia, mientras que las variaciones negativas muestran lo contrario. Desde la década de 1980, ha existido un constante aumento de las temperaturas terrestre y oceánica. Sólo en 2023, ambas superficies eran 1,19 grados centígrados más cálida que el promedio del siglo XX. Y es que, el 3 y 4 de julio de dicho año la Tierra alcanzó las temperaturas medias más elevadas desde que hay datos. Este calentamiento progresivo ha supuesto una aceleración del deshielo del hielo ártico, poniendo así en riego a las especies animales y vegetales propias de dicho ecosistema y elevando el nivel del mar.
Consecuencias del calentamiento global
Ahora bien, esta no es ni mucho menos la única consecuencia de calentamiento global. Las anomalías climáticas son la principal razón detrás del creciente número de desastres naturales en el mundo en los últimos años. En 2023, destacaron el terremoto de Turquía y Siria, el tifón Doksuri en Asia y el huracán Otis en México, con unas pérdidas económicas que en conjunto alcanzaron los 250.000 millones de dólares estadounidenses.
Las razones detrás del cambio climático
El cambio climático se produce, principalmente, debido al deterioro de la capa de ozono —-encargada de absorber la radiación ultravioleta-— a consecuencia de la creciente concentración atmosférica de gases de efecto invernadero. Actividades como la quema de combustibles fósiles o la desforestación contribuyen a las emisiones de dióxido de carbono, que en 2023 se situaron por encima de los 37.500 millones de toneladas métricas. La tala masiva de árboles, a su vez, altera el ciclo hidrológico y la evapo-transpiración de los que forman parte los bosques, generando un ambiente más seco y favoreciendo así la desertización. Por su parte, la sobreexplotación ganadera y agrícola para abastecer la creciente demanda alimentaria incrementa los niveles de metano y óxido nitroso en la atmósfera.